El pasado martes 13 de diciembre, en MediaLab-Prado, la artista y experta en comunicación visual, Yolanda Domínguez nos invitó a reflexionar sobre las imágenes de nuestros vidas y en qué lugar nos han posicionado en la sociedad.
Las imágenes comunican, tienen poder y cumplen un papel fundamental en la construcción de nuestras identidades. La artista y activista nos enseñó un repaso de las imágenes que nos han acompañado a lo largo de nuestras vidas, desde la niñez hasta la actualidad en diferentes formatos. Y nos preguntamos: ¿Cómo nos han representado a las mujeres estas imágenes?
La artista primero nos orientó en una serie de factores para comprender cómo las imágenes nos afectan como receptoras, ya que su influencia y asimilación no es igual para todas. Tanto las experiencias personales y la memoria como las personalidad y los gustos influyen. También las aspiraciones y deseos, el hábito y el número de veces que se ve una imagen, como también el conocimiento y la cultura, nos afectan. Mientras que por su parte las imágenes tienen un contenido propio que comunican según su semántica, semiótica, la invisibilización -lo que no se muestra-, el momento y el contexto y el soporte en que se publican.
En diferentes contextos y formatos, la pintura, el arte, en los mass media, dibujos animados, películas, series de televisión, la moda y la publicidad, las mujeres somos representadas como niñas buenas, guapas, sumisas, acompañantes de hombres. Allí están Caperucita Roja, las princesas de Disney, y avanzando en el tiempo cada vez nos representan como más delgadas, más indefensas, más tristes. A contraposición de una imagen de los hombres como héroes, salvadores, fuerte, protectores y aquellos que nunca lloran. Estos estereotipos que se crean en los inicios son necesarios alimentarlos, fomentarlos y mantenerlos en el tiempo. Así, hoy día las mujeres (y los hombres) seguimos ocupando el mismo rol pero con más violencia y el sexo aún más explícito. Esto se demuestra por ejemplo, con las diferentes campañas publicitarias de moda de marcas populares y alta gama que la artista y activista nos enseñó y alertó sobre lo que vemos todos los días.
La realidad que hoy vivimos está plagada de publicidades y anuncios cada vez más sexistas, utilizando imágenes de partes del cuerpo de la mujer como objetos de deseo: “mujeres sin cabeza”. La televisión, series, y películas reproducen estos estereotipos en cada una de sus ediciones. Y la moda que cada vez normaliza más las escenas de violencia y son parte de nuestra cotidianidad.
La activista Yolanda Domínguez hace intervenciones callejeras y denuncias públicas ante estos hechos machistas, misóginos y sexistas. Sus trabajos se pueden ver en http://www.yolandadominguez.com/ y redes sociales: En twitter @yodominguez , en Facebook /yolandadominguez.visualartist .
En resumen, quien domina la producción de imágenes tiene el poder. Y frente a esto, Domínguez plantea un nuevo debate ante la discusión de la libertad de expresión. Asumiendo este derecho para todas, hoy es necesario comunicar con responsabilidad, porque la libertad del otro puede limitar la de uno, al ofrecer una percepción estereotipada y parcial de la realidad. Por eso propone avanzar desde la libertad de expresión a la responsabilidad de expresión, es decir cuestionarnos y preguntarnos qué uso le damos a esa libertad de expresión.
Yolanda Domínguez nos anima a que denunciemos, seamos activas frente a esta situación que vivimos, que no pasemos de página como si nada sucediera al ver un anuncio machista y sexista y que generemos nuestras propias imágenes para el cambio social.